El Grupo Marjal ha elaborado un nuevo Código Ético para ejercer su actividad turística e inmobiliaria bajo patrones de comportamiento éticos, buscando, a su vez, la rentabilidad de sus negocios, la generación de empleo de calidad y el compromiso social con los trabajadores, pero también con la sociedad, las administraciones públicas, los proveedores o los clientes. Éste, por tanto, se divide en seis bloques, que abarcan, como ya se ha mencionado, a clientes, proveedores, personas, administraciones, gestión de recursos y sociedad.
Este Código Ético del Grupo Marjal está formado por una serie de pautas de actuación que todos los directivos, trabajadores y colaboradores de la empresa han de cumplir en su día a día para fomentar la ética en el desarrollo de los negocios. El documento se ha convertido, entonces, en la identidad de la empresa, pues es el encargado de definir la manera de trabajar para cumplir los objetivos de la compañía sin infringir la normativa.
La elaboración del Código Ético del Grupo Marjal tuvo lugar el pasado mes de diciembre para acatar la Ley Orgánica 1/2015 que entró en vigor en julio de 2015. Ésta modifica parcialmente el Código Penal para que las personas jurídicas supervisen y vigilen, para evitar la comisión de delitos, a sus representantes, empleados, agentes, proveedores, etc. Disposición que, en definitiva, se traduce en la obligación de implantar un programa de prevención de delitos en las empresas.
A partir de ese momento, las organizaciones han tenido que ponerse manos a la obra para identificar los riesgos penales de la actividad que se desarrolla (como blanqueo de capitales, por ejemplo), crear un código ético para el control del cumplimiento normativo, formar al personal en esa filosofía de compromiso y transparencia e instaurar un sistema interno de denuncia para las irregularidades.
El Grupo Marjal, aparte de cumplir con la legalidad vigente, se beneficia de otros aspectos gracias a la creación de su Código Ético. En esta línea, la elaboración de este documento evita la comisión de cualquier delito, elimina el coste reputacional que la imputación en actividades ilícitas puede suponer para la empresa, ofrece mayores posibilidades de defensa en caso de dicha imputación, logra un mayor prestigio para la compañía e implanta una gestión de negocio más eficiente. Asimismo, las pautas eluden cualquier sanción que el Código Penal se reserva para esas entidades condenadas que se pueden traducir, incluso, en la desaparición de la propia organización.
Como ya se ha explicado, el Código Ético del Grupo Marjal se divide en seis bloques, para cada uno de los cuales se definen unos principios de actuación que ejercen de guía para el trato con ellos. Dichos principios son los siguientes:
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Trato con clientes: profesionalidad, honestidad, responsabilidad, transparencia, respeto, confidencialidad, buen trato y prevención de los conflictos de interés.
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Trato con proveedores: responsabilidad, exigencia, honestidad, transparencia y prevención de conflictos de interés.
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Trato con las personas (empleados y colaboradores): desarrollo profesional, formación, igualdad, seguridad, trabajo en equipo y respeto.
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Trato con las administraciones públicas: transparencia, legalidad y neutralidad política.
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Gestión de recursos: austeridad, respeto al medio ambiente, responsabilidad y eficiencia.
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Trato con la sociedad: compromiso social y fiscal, transparencia y colaboración con la comunidad.
Además, para acogerse a otro de los requisitos del mencionado programa, el Grupo Marjal ha creado la figura del ‘compliance officer’, es decir, el encargado de supervisar y controlar el cumplimiento de la normativa y de prestar ayuda y asesoramiento, si es necesario, en caso de duda o conflicto. Para ello, la empresa ha nombrado a Álvaro Maciá, quien conoce la compañía y, asimismo, se ha encargado de elaborar el Código Ético en colaboración con una asesoría externa profesionalizada en los programas de prevención de delitos.
Por último, esta nueva filosofía e identidad incorporada en diciembre de 2016 afecta a las dos ramas de negocio del Grupo Marjal. Por un lado, la inmobiliaria y, por otro, los campings. Estos últimos, Marjal Campings & Resorts, se ubican en Guardamar del Segura y en Crevillent y son la opción favorita para pasar unas vacaciones en familia. En ese sentido, gracias al Código Ético, trabajan con respeto, responsabilidad, buen trato, transparencia, profesionalidad, confidencialidad y honestidad para quienes les visitan. ¿Serás uno de ellos?