Los más pequeños volvieron a sus pupitres hace una semana, pero muchos de ellos aún no se han acostumbrado, de nuevo, a la rutina. Sin embargo, es más que comprensible que la vuelta al cole y la adaptación a la normalidad sea muy difícil después de acostarse tarde, comer a deshora, jugar todo el tiempo y poner freno al ritmo marcado de septiembre a diciembre. Y es que las vacaciones de Navidad rompen con las costumbres a mitad de curso haciendo, si cabe, más complicado el regreso a las aulas.
En ese sentido, los primeros días suelen ser muy duros para esos niños que, después del primer trimestre, desconectan completamente de sus hábitos con los acontecimientos familiares y los nuevos regalos que llegan de la mano de Papá Noel o los Reyes Magos. Esta etapa es, por tanto, muy compleja: lloros, malas caras, desgana, tristeza… Los padres son, en ese sentido, los encargados de manejar la situación adecuadamente para evitar la irritabilidad de los peques. ¿Cómo? ¡Con nuestros consejos para superar la vuelta de las vacaciones de Navidad!
1- Restablece, poco a poco, los horarios habituales. El secreto del éxito se esconde en estudiar las diferencias entre su rutina y sus hábitos en los días de descanso para tratar de volver cuanto antes a la normalidad. Por ello, lo mejor es retomar, poco a poco, los horarios antes de que hubieran finalizado las vacaciones de Navidad. Levantarse a una hora temprana, comer en el momento adecuado, bañarse antes de cenar y acostarse pronto son las prácticas que se han de inculcar para que cueste menos convencerles de la vuelta al cole. Ellas han de mantenerse, por descontado, durante los primeros fines de semana del año.
2- Cocina alimentos que aporten energía. Regresar a la escuela reclama importantes esfuerzos mentales y físicos para tus hijos, quienes necesitan un impulso contundente para enfrentarse a la rutina con dinamismo. La comida puede ser, entonces, su mejor amiga. Frutas, verduras o lácteos se convierten en los sustitutos idóneos para los excesos navideños en las dietas de grandes y pequeños.
3- Da ejemplo con tus acciones. No es ninguna sorpresa que los niños aprenden por imitación y su prototipo a seguir son los papás. Ellos reproducen tus palabras y tus hechos, por lo que es muy importante que dejes a un lado las quejas por volver a la rutina para que el peque tampoco se lamente de su regreso a los pupitres.
4- Despídete sin dramas. La tristeza se apodera de los niños cuando acaban las vacaciones de Navidad y, en muchos casos, es un auténtico sufrimiento. No obstante, y por mucha pena que dé, los padres han de dejarlos en el colegio actuando con naturalidad, transmitiendo tranquilidad y sin alargar la despedida, pero recordándoles quién se encargará de recogerlos al finalizar la jornada.
5- Comparte con él mensajes positivos. Pisar de nuevo la escuela es sinónimo de reencontrarse con amigos y profesores, a quienes todo pequeño echa de menos cuando no está con ellos. Por esa razón, es esencial motivarlos con mensajes positivos haciéndoles saber que van a ver a sus compañeros de batallas para jugar juntos, contarles las vacaciones y enseñarles todos los regalos. Una manera magnífica, por consiguiente, para abonar el terreno y explicar que el cole es también un lugar donde pasarlo en grande.
6- Ayúdale más de lo normal con sus obligaciones. La concentración es lo más difícil de recuperar después de días de desconexión total y de tener nuevos juguetes regalados por Santa Claus, Melchor, Gaspar y Baltasar. Esta situación provocará que el peque sólo quiera disfrutar en casa jugando, por lo que habrás de sentarte con él a completar las tareas o revisarlas una vez finalizadas. El objetivo busca, sin duda, recuperar el hábito de estudio.
7- Adapta las costumbres paulatinamente. Ya comentábamos antes la importancia de restablecer, poco a poco, los horarios de cada día con la finalidad de evitar el cambio drástico que puede suponer el regreso a la escuela después de las vacaciones de Navidad. El comienzo del colegio, sin embargo, no equivale a eliminar todas las actividades lúdicas y divertidas, pues es también fundamental que el pequeño pueda disfrutar de tiempo de entretenimiento con vosotros y con los nuevos juguetes.
8- Recupera los hábitos. Los niños tardan poco en acostumbrarse a las prácticas y, si se empiezan a rescatar poco antes de la vuelta, cuando ésta llegue apenas tendrán problemas para adaptarse a ella. ¿Llegas tarde? ¡No te preocupes! Dos días serán suficientes para acomodarse a la rutina si, además, se suman todos los consejos anteriores.
Por último, para reducir el impacto del cambio radical que tiene el regreso de las vacaciones navideñas para grandes y pequeños, puedes aprovechar un fin de semana para escaparte con la familia. En esta línea, pocos son los lugares que satisfacen a padres e hijos con diversión, desconexión, tranquilidad y relax. Sin embargo, será muy fácil cumplir esos requisitos y conquistar a niños y no tan niños si te decides por Marjal Campings & Resorts. ¡Infórmate de todo lo que tienen pensado para vosotros!