Esta fiesta comenzó a celebrarse en el siglo XIX en esta época, en la que los agricultores ya finalizaban sus tareas de cosecha y se beneficiaban de las ferias celebradas en verano para vender sus productos y renovar el ganado.
Esta celebración se une a la semana de Moros y Cristianos, declaradas de Interés Turístico Local, en la que las kábilas y los cuartelillos se llenan de espectadores locales y visitantes para disfrutar con los desfiles y actividades que se programan. La historia, la tradición y la intención de aunar a todo el pueblo en torno a esta fiesta se unen durante los días de la semana de Moros y Cristianos, guiados por las diferentes comparsas.
Como en las fiestas de Moros y Cristianos que se extienden por toda la provincia, los desfiles y celebraciones se enmarcan en la tradición histórica de la conquista del castillo (que representa al pueblo de Almoradí). Las guerras entre ambos bandos , la lectura de los parlamentos moro y cristiano, las luchas, la toma de las embajadas… todo forma parte de una fiesta que mezcla historia y tradición en unas fiestas para toda la familia.