¿Qué me llevo en la maleta? ¿Cuánto dinero me puedo gastar? ¿Cuál es el destino que más gustará a todos? ¿En qué medio de transporte nos desplazamos? “Me encantaría pasar unos días en plena naturaleza”, expresa el padre; “yo prefiero la playa”, replica el hijo. Sí, la organización de viaje en familia puede ser un auténtico quebradero de cabeza, pues todos opinan, eligen y proponen. La dificultad está, por tanto, en llegar a un acuerdo.
Sin embargo, planificar esa escapada todos juntos merece la pena, porque se estrechan los lazos afectivos entre vosotros. Por ello, el primer paso es ser consciente de que la única preocupación es disfrutar de los tuyos pasándolo en grande. Ese será el triunfo del viaje, cuyo éxito reside, sin duda, en el diseño de la aventura. En este sentido, es cierto que los trucos se aprenden con la práctica, pero siempre has de tener en cuenta los siguientes factores para la organización de un viaje en familia.
Establece un presupuesto
A la hora de diseñar una escapada, lo primero que debes hacer es determinar cuánto dinero te quieres gastar, paso clave para comenzar a filtrar destinos, transportes, alojamientos… El presupuesto fijado es, por consiguiente, un factor determinante en la organización de un viaje en familia. Imagina, por ejemplo, que el plan es pasar unos días en la playa; si cuentas, en ese caso, con un importe reducido, lo más seguro es que visites el litoral de tu país y descartes las costas del extranjero.
Además, no salirse del dinero estipulado es también una manera de evitar el derroche que puede suponer el desconocimiento de un presupuesto concreto. La planificación de la escapada con tiempo posibilita encontrar precios más baratos o descuentos especiales en vuelos, hoteles, etcétera.
Elabora una lista con los intereses de la familia
Con el presupuesto establecido ya puedes comenzar a estudiar aquellas posibilidades que no se salgan de él. Empieza, entonces, la planificación de verdad, en la cual hay que valorar las opiniones de todos los miembros. ¿Qué destinos son los favoritos? ¿Cuáles son las actividades que quieren hacer? ¿Dónde quieren dormir?…
Las respuestas a éstas y otras preguntas pueden ser apuntadas en una lista para plasmar los intereses de todos, estudiar los puntos en común y, finalmente, decidir aquellas opciones que, en mayor medida, satisfagan a pequeños y mayores.
Elige el destino
¡Ha llegado la hora de escoger el lugar donde vivirás momentos inolvidables con los tuyos! No obstante, también es el momento en que surgen más desacuerdos, pero no te preocupes, porque la lista elaborada en el paso anterior solucionará muchas incertidumbres. Hemos hablado, en ese sentido, de decidirse por aquellas opciones que permitan la diversión de peques y adultos, por lo que habrás de desplazarte hasta un emplazamiento que cumpla con esta máxima.
Viajar con niños en España no será ningún problema, sobre todo por la cantidad de destinos que hay en este país con servicios y actividades pensadas para los reyes de la casa. Costa Blanca, Andalucía, Islas Baleares o el interior son sólo algunos ejemplos.
Reserva el alojamiento
¿Ya tienes claro el lugar? Piensa, entonces, dónde te vas a hospedar. Llegados a este punto, has de tener en cuenta que estás de vacaciones y, por tanto, es recomendable que no te preocupes de nada y busques casas, campings u hoteles que ofrezcan un equipamiento básico. Estudia, además, su ubicación, sus comodidades y sus comunicaciones.
Sin embargo, también puedes optar por un gran resort con todo lo que necesitas para que los peques disfruten cada segundo y los papis descanséis y desconectéis de la rutina. En esta línea, los recintos de Marjal Campings & Resorts son idóneos gracias a sus instalaciones y actividades. Hablamos de piscinas tropicales, spa y gimnasio, restaurantes, parques infantiles, zonas deportivas, animación para todas las edades y un largo etcétera. ¿Qué más se puede pedir?
Traza la mejor ruta
Con todo preparado, sólo queda decidir la manera en que viajarás hasta el destino seleccionado. En primer lugar, has de escoger el medio de transporte: coche, avión, autobús, tren o barco. La distancia y el terreno son los dos parámetros que influyen para decantarte por uno en concreto.
Si el automóvil es el elegido y el trayecto es muy largo, es aconsejable planificar una ruta con paradas después de recorrer un número determinado de kilómetros. Estudia, por tanto, las áreas de servicio que hay en tu camino y divide el itinerario en diversos tramos para estacionar en ellas a estirar las piernas.
Prepara la maleta
El equipaje es el causante de muchos dolores de cabeza en la organización de un viaje en familia. Antes de ponerte manos a la obra, elabora una lista con los artículos necesarios e imprescindibles para todos y para cada uno de los miembros, con la finalidad de no cargar con peso de más que, posteriormente, ni siquiera vas a utilizar.
Para confeccionar esta lista, consulta el tiempo que va a hacer en el destino, apunta objetos que no aprecies mucho, calcula ropa para una semana (si el periodo de la estancia es superior) y revisa el espacio de la maleta para saber qué cabe. Además, acuérdate de la bolsa de aseo, rellena con cepillos de dientes, peines, crema solar, cosméticos de afeitado, desodorante y jabones, todo ello, por supuesto, en formato mini.
Por último, el botiquín tampoco puede faltar en el equipaje de una escapada familiar. En él, debes incluir la medicación especial, en caso de que así lo requiera algún miembro, paracetamol o ibuprofeno, tiritas, crema protectora para los labios, vendas y algún curador de heridas, aparte de las cartillas sanitarias de cada uno. Así será suficiente, porque puedes acudir a la farmacia o al médico si necesitas algo más.
Con todos estos consejos, la organización de tu viaje en familia será todo un éxito, como también lo será la escapada, en la que podrás pasarlo en grande con los tuyos creando miles de momentos imborrables en tus recuerdos. Tu preocupación, recuerda, es disfrutar.