Además, cuanto más avanza el día más excusas se nos ocurrirán para postergar la actividad. También hay que tener en cuenta la necesidad de encajar la carrera todos los días en el mismo horario, esta es la mejor forma de convertirlo en una rutina para que nuestro cuerpo se adapte con más facilidad.
Si vas a entrenar por la mañana, lo mejor es dejarlo todo preparado por la noche y en un lugar accesible. Es aconsejable guardar todo el material de correr en un baúl, en un cajón o un sitio donde esté todo junto y puedas localizarlo sin problema.
Salir a correr temprano también es bueno porque la actividad que hagas después de correr, ya sea ir a trabajar, estudiar o cualquier cosa, la podrás desempeñar con la mente activa desde el primer momento del día. Y para que la motivación no decaiga, hay que ver la evolución, y la mejor manera de representar esto es marcando con una X los días que vas a ir a entrenar, por lo que sería muy útil tener ese calendario en el lugar al que vayas después de correr.
Y por su puesto, no te olvides de beber mucha agua, la recomendación es de dos litros diarios, pero aumenta esta cantidad si entrenas duro.
Fuente: Puleva Salud