Además, el agua de los spa es buena para nuestra salud, ya que actúa sobre nuestro cuerpo y nuestros músculos, relajándolos. Por eso es ideal ir a un spa tras un gran esfuerzo físico.
También combate el insomnio: una sesión de spa antes de dormir ayuda a conciliar un sueño más relajante. Si añadimos que reduce el azúcar – propiedad muy interesante para los afectados de diabetes – y que es bueno para reducir los daños por la artritis, tenemos un combo de salud perfecto.
Imagen con licencia Creative Commons del álbum en Flickr de whl.travel.