Vacaciones, fines de semana o festivos. Cualquier momento es ideal para viajar en familia y pasar unos días inolvidables, divertidos y maravillosos juntos. En este proceso, quizá, la decisión del destino es la más complicada, pues vuestras preferencias y las de los peques suelen ser diferentes.
Sin embargo, viajar con niños supone, sobre todo, atender las prioridades de tus hijos. ¿Ello qué significa? Conocer los monumentos, arquitectura y encanto de cada rincón, pero hacerlo de una manera divertida y entretenida para asegurar unas buenas vacaciones de los más pequeños. ¡Vosotros disfrutaréis si ellos también lo hacen!
Diseñar una aventura con los hijos, a pesar de todo, no es sinónimo de dejar a un lado vuestros gustos y, mucho menos, vuestra intimidad. Encontrar el equilibrio perfecto es la clave del éxito para viajar en familia. Por ello, no se nos ocurre mejor manera que aterrizar en alguno de estos destinos de cuento. ¿Te atreves a conocerlos?
La arquitectura de Segovia enamora a grandes y pequeños. El protagonista, su antiguo acueducto romano construido entre los siglos I y II, monumento único en el mundo en su género. Para la UNESCO, es una ciudad Patrimonio de la Humanidad; para Walt Disney, el Alcázar, una inspiración para construir el castillo de Disneyland (California); y para las leyendas, fundada por Hércules o por Noé.
Su arte impresiona: románico, gótico, mudéjar… toda una explosión cultural que, como es evidente, a nadie deja indiferente. La Plaza del Zoco, el Acueducto, la Catedral, el Alcázar o la Academia de Artillería son algunos de los rincones que merece la pena descubrir con los niños.
La bella capital italiana, Roma, es un museo al aire libre. Suelo adoquinado, edificios arquitectónicos que son arte en estado puro y monumentos históricos que copan las calles de la ciudad. Destino, además, ideal para ir con niños, ya que el binomio formado entre la historia y la diversión es la combinación perfecta para un viaje con los más pequeños.
Aparte de descubrir monumentos, obras de arte y restos del Imperio Romano, también podrán saborear la gastronomía que suele ser la preferida de los niños: pasta, pizza y helados artesanos. ¡Pide un deseo y echa tu moneda a la Fontana di Trevi, conoce el Coliseo y sus leyendas o busca los pasadizos del Castel Sant’Angelo! Estamos seguros de que te encantará.
Bautizada por muchos como “la Venecia del Norte”, Brujas es un auténtico tesoro arquitectónico, histórico y monumental. Parece, de hecho, una ciudad sacada de un cuento. Largos canales recorren sus rincones al tiempo que las viejas casas de ladrillo se reflejan en sus aguas, y la belleza de su casco histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, embriaga a cada paso por sus calles.
Las plazas son, asimismo, su principal atractivo. Los edificios neogóticos y coloridos habitan la Plaza Mayor (o Markt) y el Ayuntamiento construido en el siglo XIV y la Basílica de la Santa Sangre regentan la de Burg. En esta ciudad también podrás encontrar el segundo edificio de ladrillo más alto del mundo, la Iglesia de Nuestra Señora. Sus 122 metros te impresionarán.
Extensas praderas verdes, calles empedradas, edificios envejecidos por el paso del tiempo y un castillo digno de los cuentos más antiguos. Así es Edimburgo, una ciudad llena de magia, fantasía, encanto y leyendas que ninguno se puede perder. Los museos tienen entrada gratuita, los estrechos callejones conducen hasta increíbles rincones repletos de historias y los jardines dan color a un lugar donde la lluvia es protagonista.
Asimismo, Edimburgo se ha ganado el apodo de ‘vieja chimenea’ porque los tejados de todos sus edificios y casas estaban plagados de las chimeneas que ayudaban a mantener el calor en el interior de las viviendas. Sí, debes pasar por aquí.
Hans Christian Andersen fue ese célebre escritor de cuentos como ‘El patito feo’, ‘El soldadito de plomo’, ‘La princesa y el guisante’ o ‘La sirenita’. Copenhague es su tierra natal. Ello lo convierte ya en un destino ideal para ir con niños. De hecho, el personaje de la última fábula mencionada es el emblema de la ciudad. Su escultura ubicada junto al mar, por tanto, es una visita obligada.
No obstante, en esta ciudad hay muchas cosas que no te puedes perder. Hablamos, por ejemplo, de los Jardines de Tivoli y sus parques de atracciones, del cambio de guardia en Amalienborg o del museo donde se representan los cuentos del afamado autor. iCopenhague es un gran lugar para divertirse mientras se disfruta la buena literatura!
Cruzamos ahora el charco para desembarcar en Chile, concretamente en Valparaíso, la ciudad más colorida de este país. ¿Por qué? Habitando sus calles existen miles de casetas amontonadas que siguen el mismo patrón, pero divergen en la gama cromática. Hay rojas, verdes, amarillas, azules, marrones, blancas… y todas en tonos intensos. Magia por los cuatro costados.
Su ubicación, además, es idónea, pues se encuentra en una amplia bahía del océano Pacífico que arropa las pintorescas plazas, barrios, playas o avenidas. Y sí, también es, para la UNESCO, Patromonio de la Humanidad desde 2003, además de capital cultural del país. Para esto último, de hecho, razones no faltan, dado que en Valparaíso puedes visitar la que fue la casa del escritor Pablo Neruda y ¡sentarte sobre el escritorio en que su inspiración volaba hasta crear sus grandes obras!
Destinos de cuento para viajar en familia hay muchos más. Cracovia (Polonia), Praga (República Checa), Ohrid (Macedonia) o Quedlinburg (Alemania) son sólo algunos ejemplos. Y tú, ¿por cuál de ellos te decides? ¡Ah! Si conoces otros lugares mágicos y con encanto, ponte en contacto con nosotros, ¡estaremos encantados de escucharte!