Los ingredientes para pasar un rato divertido con tu hijo experimentando y aprendiendo son: una cocina, una receta nueva y alimentos con los que preparar un plato para toda la familia. ¿Estáis preparados para convertiros en unos chefs de primera?
Cocinar con niños es una forma exquisita de educarles a través del juego y la experimentación. Al dejarles entrar en contacto con ese mundo que, a priori solo es para “los mayores”, les hará sentir importantes y responsables. También aprenderán sobre nutrición, hábitos saludables y probarán nuevos alimentos. Además, tendréis la oportunidad de disfrutar de todo el proceso y del resultado juntos en familia.
Elegir recetas para cocinar con niños tiene muchísimas ventajas, como decimos, en su desarrollo y crecimiento. Pero, además, puede ser una actividad muy socorrida en días de lluvia o en los que, por el motivo que sea, no puede salir a la calle a jugar. Podéis hacer pequeños dulces, helados o atreveros con una hamburguesa sana para cenar.
¡Prepara unos mini delantales y deja que tu hijo invada la cocina! Estas son las razones por las que te decidirás a cocinar con niños:
Al cocinar con niños estamos pasando tiempo de calidad con ellos
Podéis estrechar lazos mientras preparáis la cena y luego, juntos, disfrutáis de ella orgullosos de lo rico que ha salido todo. Dedicad ese tiempo a charlar, reír y jugar. Tu hijo estará encantado de ver que tiene a sus padres solo para él, haciendo cosas juntos, durante un rato.
Hablareis de salud y nutrición
Invitar a un niño a entrar en una cocina desde pequeño será algo que agradezca toda la vida. No sólo aprenderá a valerse por sí mismo, sino que verá la importancia de comer productos elaborados en casa y con ingredientes de calidad. Además, podéis empezar a contarle lo importante que es comer pescado, frutas, verduras… En definitiva, tener una dieta rica y variada.
Se atreverán a probar nuevos sabores
Implicar al pequeño en la preparación de un plato hace que, al terminar, esté mucho más dispuesto a probar el resultado de su trabajo. Quizás descubran un nuevo ingrediente o un plato diferente que pase a ser su comida preferida.
Aumenta su autonomía y responsabilidad
Al ver que confías en él para una labor tan importante como preparar la cena de la familia, el niño se sentirá orgulloso y responsable. Su autonomía y autoestima se verán muy beneficiadas.
Desarrolla la motricidad fina
Dependiendo de la edad del niño, debes asignarle unas u otras tareas (por seguridad). Enséñales a mezclar ingredientes, a abrir las cáscaras de huevos o a decorar los platos. Este tipo de movimientos ayudarán a que sus manos adquieran fuerza y destreza.
Aprenderá sobre cocina
Cuando visitéis un restaurante, entenderá todo lo que viene en la carta y estará preparado para pedir aquello que más le guste.
Creareis recuerdo únicos
Al cocinar con niños recetas divertidas estaréis creando momentos únicos en vuestra familia. Cuando sea mayor, tu hijo seguro que recordará la receta que preparaba con sus padres en casa cuando era pequeño y, quizás, pueda enseñársela también a sus hijos.
Como ves, cocinar con niños puede ser una experiencia maravillosa. Implícale de principio a fin: desde la selección de la receta, ir a comprar los ingredientes, preparar todo, servir y limpiar la cocina. Por muy pequeño que sea tu hijo, seguro que puede hacerse responsable de algunas tareas y participar.
Quién sabe, quizás la cocina le apasione y algún día se convierta en un cocinero o cocinera famoso y os deleite con deliciosos platos.
¿Os atrevéis a hacer en familia la cena de hoy? ¡Sí, chef!